Mallorca es un destino con bastante demanda de au pair. Trabajar como au pair en Mallorca permite a muchas familias poder conciliar familia y trabajo ya que cuentan con la ayuda extra de una persona que se encarga de cuidar a los niños y de ciertas tareas sencillas del hogar.
Para ser au pair en Mallorca se tiene que tener entre 19 y 30 años y tener ganas de mejorar los conocimientos de castellano viviendo con una familia autóctona, aunque también hay familias extranjeras que residen en esta isla que optan por au pairs españolas o de otras nacionalidades.
De este modo, durante un tiempo determinado, la joven au pair se instala a vivir con la familia de acogida, que le proporciona comida, alojamiento y le da una ayuda económica semanal o mensual. A cambio de esto, los niños de la familia serán cuidados por la au pair en Mallorca, que también colaborará en ciertas labores domésticas, sobre todo en las relacionadas con los pequeños.
El Acuerdo Europeo sobre colocación au pair se firmó en Estrasburgo en 1969 y en 1989 se ratificó en España. Esto permite realizar este tipo de trabajo como au pair en Barcelona, Madrid, Sevilla o en cualquier ciudad de la geografía española donde se precisen de este tipo de servicios.
Tareas frecuentes de una au pair en Mallorca
La au pair ayudará a los padres en el cuidado de sus hijos; principalmente deberá hacer la cama de los niños, mantener ordenada y limpia su habitación, bañarles y asearles, tener siempre limpia y planchada la ropa, jugar, ayudarles a hacer los deberes, mantener conversaciones en la lengua materna para que aprendan otro idioma, llevarlos y recogerlos del colegio o de actividades extraescolares, pasar el tiempo de ocio juntos, darles la comida, etc.
En la casa también colaborará en tareas como poner y quitar la lavadora o el lavavajillas, limpiar el polvo… Todo ello se debe acordar entre ambas partes y dejar claro qué tareas le serán encomendadas durante la estancia.
Con todo ello, la au pair se introduce en un nuevo idioma con una inmersión lingüística completa, conviviendo con una familia autóctona y aprendiendo a comunicarse en otra lengua. Esto será muy beneficioso para su futuro pues durante el tiempo que viva con ellos aprenderá a hablar con fluidez y entenderá muy bien lo que le digan. Todo un desafío para el que deberá poner todo su entusiasmo y que le llevará a vivir maravillosas experiencias.